Como dijo Nietzsche, “para el arte del sueño, uno debe estar despierto todo el día”. Es decir, para comprender nuestra falta de descanso hemos de identificar cuáles son los conflictos que nos «quitan el sueño». Revisa tu día a día para reconocer cuáles son las situaciones de estrés que se reflejan por la noche. Puede que tengas tareas por resolver, o quizás hay un tema que evitas constantemente porque te resulta angustioso o peligroso. Hay casos de insomnio en los que la persona lleva mucho tiempo retrasando una decisión, otros en los que tiene que dar un paso importante pero no se atreve. Quizá vive una situación que no soporta y no para de justificarse y auto-engañarse para seguir viviéndola sin cambiar, para no salir de su limitante y dañina zona de confort…
Hay tantos conflictos emocionales relacionados con el insomnio como casos particulares existen. Sin embargo, tener en cuenta una visión biológica, adaptativa y funcional puede ayudarnos a gestionarlo de otra manera.
Aprender a lidiar con nuestros conflictos emocionales en el día a día es lo que nos permitirá dormir bien cuando llegue la noche …y a seguir “soñando”.
“En la noche no consigo dormir. Para comprender las cosas, es preciso reflexionar en ellas.”
Lu Xun.
Fuente: https://www.enriccorberainstitute.com/blog/como-afrontar-el-insomnio-en-3-pasos/